Montag, 29. Oktober 2007
Hombre y Mujer ; El hombrecito multicolor
Entre mis lloriqueos causados por el descubrimiento ya descubierto del nuevo pensamiento egoista mundial del que hago parte, y las guerras entre el partido conservador encabezado por Trueba y "los comunistas", desvié mi atención al personaje multicolor que tenía enfrente y el cual ignoraba.
Cómo era posible llorar ante el sufrimiento de la inexistente Alba que se encontraba en una celda sin comida y desnuda, siendo golpeada varia veces por el coronel Esteban García, mientras que me encontraba frente a un especial companiero varias veces pasajero, aparentemente inhumano ante la vista humana, ya que sus caracteristicas lo convertirían en un hombre reptil.
Le comenté en silencio, con una sutil vergüenza, lo que ya es cotidiano para él.
Creo que la idea de que él fuera un camaleón le atravesó ridiculamente la cabeza, creando un circulo invisible en el ambiente en el cual el comentario permanecía. Luego dió una vuelta y se quedo en la pasta con atún y aceite de oliva.
Pero es que todavía me pregunto sobre lo incierto de lo mágico en lo terrenal! Amarillo, rojo, negro, verde y él con su humana seguridad, apegándose a la idea que le fundaron, ignorante de su estado, me recuerda a la insistente negación de Gregorio frente a su nuevo estado de escarabajo.
Creo que esa misma noche me rendí ante su tranquilidad de reptil y ante su fiel seguridad de identidad, calmando mi asombro, pues a la final yo soy la única que lo conoce de esa manera, asi que su verdadera identidad se queda sólo en la confidencialidad de sus ojos y de los míos. Es que en serio nadie me creería.
Cómo era posible llorar ante el sufrimiento de la inexistente Alba que se encontraba en una celda sin comida y desnuda, siendo golpeada varia veces por el coronel Esteban García, mientras que me encontraba frente a un especial companiero varias veces pasajero, aparentemente inhumano ante la vista humana, ya que sus caracteristicas lo convertirían en un hombre reptil.
Le comenté en silencio, con una sutil vergüenza, lo que ya es cotidiano para él.
Creo que la idea de que él fuera un camaleón le atravesó ridiculamente la cabeza, creando un circulo invisible en el ambiente en el cual el comentario permanecía. Luego dió una vuelta y se quedo en la pasta con atún y aceite de oliva.
Pero es que todavía me pregunto sobre lo incierto de lo mágico en lo terrenal! Amarillo, rojo, negro, verde y él con su humana seguridad, apegándose a la idea que le fundaron, ignorante de su estado, me recuerda a la insistente negación de Gregorio frente a su nuevo estado de escarabajo.
Creo que esa misma noche me rendí ante su tranquilidad de reptil y ante su fiel seguridad de identidad, calmando mi asombro, pues a la final yo soy la única que lo conoce de esa manera, asi que su verdadera identidad se queda sólo en la confidencialidad de sus ojos y de los míos. Es que en serio nadie me creería.
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